Pasaron los años y muchas cosas cambiaron en mí y en mi familia… hasta que un día decidí acompañar a MI MAMÁ, y sumarme a su fábrica de prendas tejidas.
Originalmente, sólo se trabajaba para otros… otras marcas, otros diseñadores a los que yo asesoraba (y asesoro) técnicamente.
Pero en mi cabeza siempr dio vueltas una idea: “hay muchos recursos alrededor de la producción textil que se desaprovechan,
hay muchas cosas que se pueden hacer mejor… “sentía que tenía una mirada sobre las prendas y objetos tejidos que no podía
transmitir a través de los diseños de otros. Pero no imaginaba como realizar esas inquietudes… “yo no soy diseñadora” es una frase que me repetía una y otra vez.
Así que seguí por muchos años asesorando y haciendo realidad los sueños de otros… hasta que un día me encontré yo,
Licenciada en Administración de empresas, DISEÑADO para otros, para simplificarle el trabajo a los diseñadores, que muchas veces
están sobrecargados diseñando colecciones completas de las marcas para las que trabajan.
Y las fichas se fueron acomodando cada una en su lugar, hasta que no tuve más excusas. No soy diseñadora pero con mi trabajo
cotidiano pude aprender a desenvolverme bien en ese terreno, y tenía todo lo que necesitaba para concretar mis ideas. Era inútil seguir
escondiendo la cabeza debajo de la tierra, había que animarse y el momento es AHORA.
Así, finalmente surge DEJAVU… un emprendimiento propio que nace de la panza de mi mamá… como yo…. DEJAVU otra vez…
Somos ELLA (Liliana), mi mamá. Yo (Virginia), y el ENORRRRME equipo de gente que trabaja con nosotros desde hace mucho tiempo.
Mi mano derecha (e izquierda), y eterno compañero de mi madre Leandro (mi primo hermano), que trabaja con mi mamá hace casi 30 años.
El hombre que lo resuelve todo. En él descansa mi neurosis.
El gran Luis, nuestro programador ESTRELLA (él ve la MATRIX!!!!), jefe de tejido y, por sobre todas las cosas, es una araña reencarnada
en hombre, no se lo imaginan, mágico.
Martín, programa y teje. Y junto con Diego y Carlos, conforman el equipo de tejedores, que hace muchos años nos acompañan con
profesionalismo y compromiso.
En el proceso de armado de prendas, están Vanina y Stella. Ellas hacen gran parte del trabajo artesanal que implica
armar una prenda (y si que es verdaderamente artesanal).
Y en el proceso de “terminación”, están Daniel (lavando y planchando) y Victoria (control de calidad, embolsado y empaquetado),
son el terror del resto del equipo. Nos encuentran los errores a todos!!!
Haaa y ya casi me olvidaba… de mi socio (mi hermano Santiago)… el gurú del marketing digital. Él, desde las altas cumbres suizas,
cranea toda la movida de redes, de la mano de la mejor de todas en lo suyo, la creativa en serio en todos los ámbitos del diseño
y el arte Juliana Camelli. Ellos juntos hacen que todo lo que hacemos llegue a ser visto por las personas indicadas.
Cada una de nuestras queridas clientas.